08 abril 2013

La estatua de Alfonso XIII


Estatuta de Alfonso XIII, obra del escultor Fructuoso Orduna, en los jardines del Paraninfo de la Ciudad Universitaria de Madrid. Se inauguró por su hijo Don Juan en 1988, durante el mandato del rector Gustavo Villapalos Salas (1987-1995)
(Foto JCGP, marzo de 2013)

Historia de una deuda


El 28 de septiembre de 1988, Don Juan, padre del rey Juan Carlos, acompañado de su esposa, doña María y de sus hijas, las infantas Pilar y Margarita, en presencia del entonces rector de la Complutense, Gustavo Villapalos, descubrió la estatua de Alfonso XIII, obra del escultor Fructuoso Orduna, como homenaje tardío a quien fue el principal impulsor de la Ciudad Universitaria de Madrid. Ya en el discurso que había leído Don Juan en la inauguración del curso académico de la Universidad de Alcalá de Henares reprochó el que no hubiera en la Universidad nada que "perpetuara el recuerdo de su fundador", en referencia a su padre "sin cuya iniciativa no existiría hoy esta universidad".


Proyecto de Paraninfo con la estatua de de 5 m. de Alfonso XIII en el centro.
Del libro "La Ciudad Universitaria de Madrid", editado por la Junta en 1947.

En realidad la idea de que una estatua de Alfonso XIII presidiera el campus universitario se había aprobado por el Gobierno de Franco el 15 de marzo de 1941 a propuesta de la Comisión Permanente de la Junta de la Ciudad Universitaria,  adjudicando el proyecto al escultor navarro Fructuoso Orduna Lafuente, por el precio de 190.000 pesetas. Orduna hizo dos proyectos en yeso entre 1944 y 1946. Uno, que medía dos metros y medio de alto y otro exactamente igual, y que debía de ser el definitivo, de cinco metros de alto. Con los años los dos proyectos habían quedado relegados en el olvido y dado el espacio que ocupaban en su estudio, Orduna tuvo que deshacerse de ellas y dejar la de menos altura en la fundición que el escultor Capa Sacristán tenía cerca de Arganda del Rey. La otra de cinco metros fue depositada en un bajo de la Biblioteca Nacional que más tarde se utilizaría como carbonera, donde sufrió daños irreparables quedando totalmente destruida.

Detalle de la estatua de Alfonso XIII, donde se
aprecia el gran parecido físico del monarca.
(Foto: JCGP, 09/2013)
La estatua que figura en la actualidad y que fue inaugurada en 1988, siendo rector Villapalos, es la que mide dos metros y medio. Así describía el periodista Cecilio Barberán la obra en yeso de Orduna (se refería al proyecto de 5 metros de alto) en el ABC del 16 de enero de 1946: ""Orduna ha representado al Monarca fundador dándole preferencia en su atuendo a una de las Ordenes civiles más prestigiosas de nuestras jerarquías nacionales; viste, pues, el traje de la Orden de Carlos III; sobre su pecho cae, como máxima condecoración por su obra cultural, el gran collar de esta Orden. Sostiene en una de sus manos un cetro que termina en las hojas de flor de lis; otra la extiende haciendo ofrenda de su obra a la ciudad que le vio nacer, centro también de la vida cultural de España". En cuanto al rostro del Monarca, afirma el cronista que el autor, a pesar del volumen de la estatua, ha abordado el estudio del parecido físico con "un vital realismo".

La situación actual de la estatua de Alfonso XIII es de un cierto abandono. Se encuentra oculta entre la frondosa vegetación de los jardines del Paraninfo y apenas es visible sin acercarse a ella y el pedestal, como se puede apreciar en la foto, está cubierto de pintadas. No sufre peor estado que el resto de estatuas que adornan el campus.

Fructuoso Orduna Lafuente

Breve biografía:

Fructuoso Orduna Lafuente (1893-1973)

El escultor Fructuoso Orduna Lafuente nació en Roncal (Comunidad foral de Navarra) en 1893 y murió en Pamplona, en 1973 a los ochenta años de edad. Hasta 1912 vive en Pamplona. Comienza sus estudios artísticos a los 14 años con el escultor aragonés Dionisio Lasuen Ferrer. Gracias a una ayuda de la Diputación Foral, se traslada a Madrid donde ingresa en el estudio de Mariano Benlliure (1915-1918), completando su formación en Roma entre 1917 y 1922. Instalado definitivamente en Madrid, es nombrado Académico de Bellas Artes en 1962.

Obra:

Aunque la mayoría de la obra de Orduna se encuentra en su tierra natal de Navarra, también podemos admirar en Madrid las siguientes esculturas:

  • Alegoría de las Ciencias, dos grandes relieves representando Las Ciencias en Comentario y Estudio, uno, y La Vida, el otro, destinados ambos para el Instituto de Ramón y Cajal, en Madrid (1926).
  • Los atletas, en el Instituto Ramiro de Maeztu, Madrid
  • Cristo de mármol y dos figuras para la Duquesa de Sevillano, en la cripta de la iglesia de la Concepción, Madrid
  • Dos estatuas de los ingenieros fundadores Escosura y Estulz, para la Escuela de Minas, de Madrid.
  • Estatua del jurisconsulto romano Papiniano, para la fachada del Palacio de Justicia, de Madrid.

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