RECUERDOS DE UNA UNIVERSITARIA
por Charo García Paredes
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En ladrillo rojo, a la derecha, el I.E.S. Lope de Vega, junto al segundo Monasterio de la Visitación de las salesas, en la
calle de San Bernardo, n. 70 (Foto: JCGP, 04/2013) |
La primera Escuela Normal del Reino
El
Instituto Lope de Vega está situado en Madrid en la calle de San Bernardo, esquina a la de Daoiz. El edificio se construyó en el
siglo XVIII, y en el vivieron aristócratas como el
Marqués de Castromonte, el
Conde de Colomera, los
Condes de Celanova, el
Duque de Abrantes y el
Duque de Montemar. El palacio fue cedido en el siglo XIX a la comunidad religiosa de
Santa Clara, las clarisas, que residieron en él hasta la muerte de
Fernando VII, fecha en la que pasaron al convento de Santa Clara de Ciempozuelos. Cuando las Clarisas quisieron volver a su Monasterio de la calle ancha de San Bernardo, no pudieron hacerlo por haberse instalado allí en 1839 la
Escuela Normal de Maestros y el Museo Pedagógico, dirigido por
Pablo Montesinos.
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Placa en la fachada del Instituto Lope de Vega
conmemorativa del 150 aniversario de la Fundación de la
Primera Escuela Normal por Pablo Montesinos (1839)
(Foto: JCGP 04/2013) |
El 26 de agosto de
1933 el Instituto Lope de Vega se convierte en Instituto de Segunda Enseñanza en el marco de la renovación de la Enseñanza Media emprendida por la
II República. Empezó a funcionar en un palacete de estilo francés, que aún existe en la calle Manuel Silvela número 4, el curso 1933/34, con 300 alumnos y un claustro de 13 profesores. Durante la Guerra Civil (1936-1939) el Instituto siguió funcionando como tal en la calle Fortuny número 14, la antigua
Residencia de Estudiantes, donde sufrió un bombardeo en 1938, por lo que se tuvo que volver a impartir las clases en la calle Manuel Silvela. Al terminar la Guerra Civil, por una Orden Ministerial de 4 de abril de 1939, publicada en el Boletín Oficial del Estado (B.O.E.) del 15 de abril de ese mismo año, se convertía en Instituto de Enseñanza Media “Lope de Vega”, junto al “San Isidro”, “Cardenal Cisneros”, “Cervantes”, “Isabel la Católica” y “Ramiro de Maeztu”. En el curso 1940-1941 ya era un instituto femenino con unas 1.000 alumnas y durante algunos años el edificio estuvo compartido con la Facultad de Filosofía y Letras, hasta que ésta recuperó su edificio en la Ciudad Universitaria. En 1953 se levantó el tercer piso, lo que aumentó la capacidad del Centro y se mejoraron las instalaciones, cuando era ministro de Educación
Joaquín Ruiz Giménez, quien inspeccionó personalmente las obras, dejando constancia de ello en una serie de fotografías que se conservan en la Dirección del Centro.
Mi relación con el Lope de Vega
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Entrada al IES Lope de Vega por la calle Daoiz.
(Foto: JCGP, 04/2013) |
Hice el
PREU de Letras (preuniversitario) durante el curso 1970-1971 en el
Instituto Lope de Vega donde también estudiaron mis hermanas,
Mariluz y
Esperanza, en años posteriores. Yo asistía al turno de tarde. Cogía el tranvía en
Saconia hasta
Estrecho y allí el metro hasta
San Bernardo, haciendo transbordo en
Cuatro Caminos. Tenia muy buenos profesores, entre ellos
Ramón Barce, musicólogo ya fallecido que nos daba clase de Literatura,
Antonio Zaragoza que nos daba Griego y también daba clases en la Facultad y otros cuyo nombre no recuerdo como la profesora de francés, el profesor de latín, etc. Lo cierto es que aprendí mucho en todos los sentidos y las compañeras eran estupendas. Era distinto al colegio donde estábamos constantemente tuteladas, mientras que aquí ya empezabas a responsabilizarte de tus estudios y de tus actos y prepararte para la
Universidad. Cuando aprobé el PREU en el Instituto Lope de Vega de Madrid, en junio de 1971, me matriculé en la Universidad Complutense de Madrid en la
Facultad de Filosofía y Letras, en la rama de
Historia del Arte. Pero eso os lo contaré en el siguiente capítulo.
Juan Carlos, me reitero en darte las gracias por las iniciativas que tomas y a ver si nos animamos y participamos,todos tenemos "buena pluma" y podemos sacar experiencias de nuestros tiempos de estudiantes, es volver al pasado ello te obliga a recordar cosas que estaban ahí dormidas, la memoria es una desconocida y a veces la infravaloramos.
ResponderEliminarBesos a todos